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Argentina
Geografía física y económica. Argentina se
extiende de N a S, desde algo al norte del
trópico de Capri­ cornio hasta el Cabo de Hor-
nos (alrededor de 3.700 km) y en la Antártida
alcanza el Polo Sur, y de O a E desde la cor-
dillera de los Andes hasta el océano Atlántico,
desarrollando entre ambos amplias llanuras.
La principal la constituye la Pa­ mpa, de más
de 700.000 km², que se extiende entre el río
Salado (N) y el Colorado
(S), y entre el piede­ monte
andino (O) y el Río de la
Plata y el A­ tlántico (E).
Los suelos son fér­ tiles, el
clima tem plado y húme-
do en el sector E y más
árido en el O; la Pampa
concentra el 70% de la
población y es el co lector
del comercio exterior
y centro eco nó­ mico del
país. Al norte de la Pampa
se extienden las llanuras
húmedas y boscosas del
Chaco y las de difícil
avena­ miento de la Mesopotamia,
comprendida
entre los ríos Paraná y
Uruguay. Al sur de la
Pampa se extiende un
paisaje árido de mesetas
desoladas con clima semidesértico
frío, que
constituye la Patagonia.
La mitad norte de los
Andes forma un bloque
compacto y árido que
contiene las más altas
cimas americanas (Aconcagua,
6.959 m.; Ojos
del Salado, 6.879 m).
Su ángulo noroeste es
la Puna (altiplano hasta
3.800 m); los Andes de
la mitad sur, o Pata­ gónicos,
pierden altitud y
presentan un mo de­ lado
con valles transversales
y lagos.
Argentina es un país poco
po­ blado, con una densi-
dad baja en relación con
otros estados sudamerica-
nos. Las aglo­ meraciones
más importantes son en
el Gran Bue­ nos Aires, Córdoba, Rosario,
Mendoza y La Plata. La población es en
su mayoría de ori­ gen español e italiano.
Administrativa­ mente, Argentina está dividi-
da en 23 pro­ vincias más la Capital Federal,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La po-
blación argentina en 2001 fue de 36.260.130
habitantes, y se cree que la crisis económica de
2002 produjo que dos millones de argenti nos
abandonaran el país.
La principal riqueza es la ganadería. La cabaña
ovina propor­ ciona abundante carne y lana,
que ha permitido el desarrollo de una fuerte
industria textil lanera. Por el número de bovi­ nos
(unos 50 millones de cabezas), ocupa el sexto
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Aconcagua, pico más elevado de la
cordillera de los Andes y del continente
americano, situado en la provincia de Men-
doza, en el oeste de Argentina, cerca de la
frontera con Chile.
El tango, forma musical, bailable y canta-
ble, prosperó en Río de la Plata desde el
último tercio del siglo XIX, en particular en
la ciudad de Buenos Aires.
lugar del mundo. La agri­ cultura también tiene
una gran importancia: se culti­ va trigo, soja,
maíz, arroz, ce­ ba­ da, avena, etc. El subsuelo
con­ tiene hierro, car­ bón, cinc, plomo) y su
explo­ tación se encuentra en pleno desarrollo.
La ex­ trac­ ción de petróleo y gas natural ha al-
canzado gran im­ portancia en los últi­ mos años, y
existen posibi­ lidades de incremento importante.
Historia. En 1516 lle­ garon al Río de la Pla-
ta las primeras naves
espa­ ñolas, mandadas
por Juan Díaz de Solís
y, en 1520, Magallanes
llegó al extremo sur. En
1565 se fundó San Mi-
guel de Tucumán, que
se convertiría en el cen-
tro de nuevas exploraciones
y fundaciones
(Córdoba, 1573; Santa
Fe, 1573; Buenos Aires,
1580). En 1617 se creó
la goberna­ ción del Río
de la Plata, con sede en
Buenos Aires, conver-
tida en activo centro
de tráfico marítimo con
la metrópoli. El ascen-
so del Río de la Pla-
ta a virreinato (1776)
transformó a Buenos
Aires en capital de un
vasto territorio; la aprobación
del Reglamento
La Casa Rosada, sede de la presiden-
cia del Gobierno, está ubicada frente a
la Plaza de Mayo,
en la ciudad de Buenos Aires.
de Libre Comercio en
1778 aumentó aún más
su riqueza, en detrimento de las bases econó-
micas del interior del país; ello la convirtió
en objetivo de los afanes de expan­ sión de los
británicos (intentos fracasados de invasión en
1806 y 1807).
La independencia. Después de un período de
fuerte agi ta­ ción y pugnas in­ ternas, en 1813 se
reu­ nió una Asamblea General Cons­ ti­ tu­ yente,
pun to de par­ tida del proce­ so eman­ cipador,
que sería apo­ ya­ do en lo militar por las victoriosas
campa­ ñas de San Martín y Belgrano;
en julio de 1816 el Con­ gre­ so de Tu­ cumán
proclamó formal­ men­ te la inde­ pen­ dencia de
Ar­ gentina. La Cons titu­ ci ón promulgada en
1819 fue recha­ zada por las provincias, lo que
dio paso a una guerra civil entre centralistas
y fede­ ralistas; el re­ sultado de la batalla de Ce-
peda (1820) supuso el fin de las aspiraciones
centralistas, y la sub­ siguiente disgregación
sólo fue parcial­ mente resuelta en un nuevo
Congreso Cons­ ti­ tu­ yente (1824-27). Con el
segundo Gobierno de Rosas (1835) se impu-
sieron definiti­ va­ mente las tesis fede­ ralistas.
El nuevo presidente, Urquiza, reunió al resto
de las provincias en un Congreso Nacional
del que saldría la Constitución de 1852, que
garantizaba las au­ to­ no­ mías provinciales; Ur-
quiza fue ree­ legido en 1853. Fue sucedido por
Sarmiento (1868-74) y Avellaneda (1874-80);
bajo sus mandatos se fo­ men­ taron las obras
públicas, las inver­ siones y se promovió la
inmigración. Los pre­ sidentes Roca (1880-86)
y Juárez (1886-90) no lograron solucionar
los graves problemas de la expansión. Bajo
un nuevo mandato de Roca (1898-1904), en
el que pudo solucionarse pací­ ficamente un
grave conflicto fronterizo con Chile (1902), se
inició una recu­ pe­ ración económica. En 1905,
bajo la presidencia de Quintana (1904-06), se
produjo una fracasada revolución encabezada
por la Unión Cívica Radical (UCR). En las
elecciones de 1916 triunfó la UCR, e Hipólito
Yri­ goyen accedió a la presiden­ cia; durante su
mandato se incre­ mentó consi­ derablemente la
agitación social. Le sucedió Alvear (1922-
1928), radical conservador. Venció de nuevo
Yrigoyen en las elecciones de 1928, pero fue
derrocado en 1930 por los mili­ tares. Otro gol-
pe militar llevó al poder al general Ramírez en
1943, tras un período de cierta
esta­ bi­ li­ dad, y en 1944 fue sustituido
por el general Farrell.
La era de Perón. En las elec-
ciones de 1946 triunfó el coro-
nel Perón, y durante su mandato
se naciona­ lizaron muchos ser-
vicios públicos y se mejoró
consi­ derablemente la relación
social. Sin embargo, como
muchas de esas medidas tuvie-
ron un carácter dema­ gógico,
precipitaron al país en una dura
crisis económica. Ree­ legido
Perón en 1951, en su segundo
mandato se acen­ tuaron los as-
pectos negati­ vos de su política:
ello provocó su derroca­ miento
en 1955 por el general Lonardi,
depuesto a su vez por el general Aramburu.
En 1958 se con­ vocaron elecciones generales,
en las que triunfó Frondizi. Derrocado por el
ejército en 1962, fue sustituido por Guido. A
pesar de la ola de te­ rrorismo desatada, el gene-
ral Lanusse, nuevo presidente de la República,
inició una apertura hacia el justicialismo. Tras
un viaje de Perón a Buenos Aires (1972), se
cele­ braron elecciones (1973), que dieron el
triunfo al Fren­ te Justicialista de Li­ beración
(FREJULI), que llevó a la presi­ dencia a su
candi­ dato, Cámpora. No obstante, los proble-
mas so­ cio­ e­ co­ nómicos si­ guie­ ron vigentes y la
olea­ da de vio­ lencia pro­ siguió. Cámpora dimi-
tió y el presidente de la Cámara de Di­ putados,
Lastiri, le sus­ tituyó. Las nue­ vas elecciones
celebradas ese año dieron la victoria a Perón
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