Page 183 - T8-Hablar
P. 183
Importancia de conocer al público
Solo encontramos un gran error en Le Bon al afirmar que a través
de los periódicos es muy difícil crear un gran movimiento de opi-
nión. Realmente hay que tener en cuenta la época en que vivió
el autor, pero indudablemente hoy sabemos muy bien que es no
solo posible, sino habitual.
Aspectos importantes que afectan a cada persona individualmente
como el impuesto de renta, no crean ni pintas, ni manifestacio-
nes, ni protestas, simplemente porque no son estimulados por la
prensa.
La prensa crea pequeños líderes de corta duración para evitar la
pérdida de su control y procura que esos líderes no tengan real-
mente calidad de tales, en cuyo caso podrían independizarse. En
otros dos puntos hemos de mostrar una pequeña divergencia con
Le Bon. Dicho autor viene a asegurar –como ya hemos dicho–
que las masas tienen una personalidad propia.
Realmente este aspecto es discutible, pues lo que les confiere esa
“personalidad” es el anonimato y la impunidad. Muy probablemen-
te las personas que forman esa masa, solas, pero garantizando el
anonimato y la impunidad, actuarían de igual forma.
Le Bon en cierto modo hace referencia a este hecho, pero no
lo pone debidamente de manifiesto y ello tiene su importancia,
pues habrá que pensar que cuando las personas individuales que
forman las masas, sean incapaces de actuar injustamente –pese
a la garantía de impunidad y anonimato–, esas masas, formadas
por esas personas, tampoco lo harán.
Otro punto de discrepancia con Le Bon –aunque más bien en
orden teórico– es que analizando sus comentarios se llega a la
conclusión de que el buen “jefe”, el buen “orador” es el que sabe
adaptarse a esas características de las masas, es decir, el que
sabe ser superficial, exagerado, intolerante, etcétera.
De haber conocido Le Bon a Hitler, muy posiblemente habría dicho
que era el prototipo ideal que él había definido en su libro. Muchos
camaradas incluso lo pensarán también; sin embargo, Hitler supo
179