Page 88 - LUGARES FANTASTICOS
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—Aunque tienes las patas blancas como mamá —dijeron los
cabritos—, su voz es dulce y melodiosa, no como ese vozarrón tan
feo y tosco. ¡Vete, lobo malo!
Ante su segundo fracaso el lobo no se dio por vencido y decidió ir
de inmediato con el pastelero.
—Quiero que me haga un pastel con muuucha miel —le pidió
al hombre—. Así se me va a suavizar la voz —agregó, satisfecho
con su idea.
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