Page 90 - LUGARES FANTASTICOS
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el lobo los fue atrapando y los metió en una bolsa para más tarde
saciar su hambre en medio del bosque; el único que pudo salvarse
fue el pequeño cabrito, porque al lobo no se le ocurrió buscar en el
viejo reloj.
Cuando regresó mamá cabra y encontró solamente a uno de sus
cabritos, lloró desconsolada por la suerte de sus otros hijitos; pero
a pesar de la tristeza se armó de valor y con el hijo menor salió a
buscar al lobo. Siguió sus huellas por el bosque y de pronto escuchó
un ronquido. El lobo, después de haber hecho tanto esfuerzo por
capturar a los cabritos, se había quedado dormido del cansancio.
Sin hacer ruido, mamá cabra le quitó la bolsa y uno a uno sacó a
sus hijitos mientras les decía:
—¡De prisa, de prisa! ¡No hagan ruido y ayúdenme a traer piedras!
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