Page 53 - LUGARES FANTASTICOS

debes mostrarle a mi hijo todo el palacio y los tesoros —trató de
hablar más fuerte—, pero no lo dejes entrar en el salón de puerta
verde, porque allá está la pintura de la Princesa del Tejado de
Oro. Si la mira, perderá la razón al enamorarse perdidamente de ella
y nunca será feliz, porque es difícil acercarse a esa Princesa.
Al decir esto, el Rey cerró los ojos y murió.
Cuando terminó el periodo de luto, Juan le dijo al joven Rey:
—Dos cosas le prometí a tu padre en su lecho de muerte. Una es
permanecer a tu lado para instruirte y guiarte.
—Lo apruebo y me alegro
—lo interrumpió el nuevo Rey—.
¿De qué trata la otra promesa?
—Llegó la hora de mostrarte
todo lo que has heredado.
Acompáñame, por favor.
Recorrieron todo el palacio.
Cada vez que una nueva
puerta se abría, el asombro del
Rey aumentaba. Ya en el último
piso, el fiel Juan le dijo que eso
era todo.
—Un momento, fiel Juan, me
falta conocer lo que hay en el salón
de puerta verde. ¿Por qué no lo
abriste?
Juan tembló. La pintura de la
Princesa se veía al abrir y era tan
perfecta, que ella parecía estar viva
y hasta respirar.
—Su majestad, si supieras lo
que se guarda en ese cuarto, te espantarías.
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