Page 75 - FANTASTICOS SUENOS
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Nunca imaginaron lo largo que sería el recorrido, tampoco lo que
les faltaba para encontrar un lugar dónde comer y descansar.
De madrugada, vieron un río a lo lejos; con gran dificultad llegaron
hasta él y de inmediato se inclinaron a beber agua. Pero una suave
voz los detuvo…
— ¡Ay, ay, ay! —susurraba el río—. ¡Ay, ay, ay!
Los niños, asombrados, se miraron. Nunca habían escucha-
do hablar a ningún río.
— ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?
— ¡Ay, ay, ay! —siguió quejándose el río—. ¡Desdichado
aquél que beba de mis aguas,
porque se convertirá en un
monstruo!
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