Page 49 - FANTASTICOS SUENOS

recorrer las calles sin un oficio definido, él y su madre
se entusiasmaron con la propuesta. A la mañana siguiente,
Aladino y el supuesto tío iniciaron un recorrido por los bosques
cercanos, de repente, el mago se detuvo y le explicó al joven que si
seguía sus instrucciones los dos llegarían a ser muy ricos. Aladino sintió
temor, sin embargo, aceptó.
El mago pronunció unas palabras que Aladino no comprendió y
al instante una roca se abrió ante sus ojos. Su tío le colocó en uno
de los dedos meñiques un anillo que, según le explicó, lo libraría del
peligro y le ordenó entrar por la hendidura sin tocar los objetos que
aparecerían a su paso; al fondo encontraría una lámpara de aceite
encendida. Aladino debía apagarla y entregársela a su regreso.
El joven hizo lo que el hombre le dijo, pero al ver muchos cristales
de colores radiantes ignoró una de las recomendaciones del mago y
guardó varios; luego llegó hasta la lámpara,
la apagó e inició su camino de regreso.
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