Page 41 - FANTASTICOS SUENOS
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No calentaba mucho, pero su luz era ¡tan brillante! Rodeó
la llamita con una mano y el escaso calor le hizo olvidar todas sus
penas. Imaginó estar sentada cerca de una chimenea en la que
crepitaba el fuego sin cesar; pero cuando acercó la llama a sus pies
para calentarlos, la cerilla se apagó, agotada.
Entonces tomó otra cerilla, la encendió, y durante ese fugaz
momento en que titiló la llama, imaginó estar sentada a la mesa,
frente a un exquisito pavo. Pero la cerilla pronto se apagó, al igual
que la anterior.
Cuando la tercera cerilla estuvo encendida, la niña pudo retomar
su sueño, pero esta vez estaba ante un hermoso pino navideño en
el que ella colgaba muchos adornos. Y así, cerilla tras cerilla, fue
imaginando diferentes escenas de una vida sin tantas penurias.
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