Page 27 - FANTASTICOS SUENOS

Cierta vez, cuando una tormenta de nieve cayó sobre la ciudad
durante muchos días, la abuelita de Gerda les propuso jugar en su
habitación. Parados ante la ventana, los niños miraban caer los copos
de nieve.
—Parecen abejas blancas volando —dijo la abuelita—, las abejas de
la Reina de las Nieves.
—¿Existe una Reina de las Nieves? ¿Dónde vive? —preguntaron
los niños.
—Vive en las montañas más elevadas, porque allí la nieve no se
derrite nunca.
—Entonces, ¿nunca baja a la ciudad? —preguntó Kay con
curiosidad—. Su cuerpo debe ser un enorme copo de nieve… y si bajara,
yo la invitaría a que se acercara a la chimenea para que se derritiera.
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