Page 135 - FANTASTICOS SUENOS

aún dormido. Cuando despertó, estaba en la boca de una vaca. “¿Cómo
pude caer en esta trituradora?”, pensó. Aunque esquivó los grandes
dientes, no pudo evitar resbalarse hasta el estómago del animal, y muy
pronto aquel lugar se fue llenando con la comida que la vaca masticaba.
— ¡No arrojen más hierba, por favor! —gritó, angustiado.
La criada, que estaba ordeñando a la vaca, se sorprendió al escuchar
la misma voz de la noche anterior; se asustó tanto que resbaló del banco
y derramó toda la leche. Ni siquiera se movió cuando el cura entró al
establo y la miró sorprendido. Cuando ella le explicó que la vaca le había
hablado, el cura pensó, incrédulo, que se había vuelto loca. Pero como
Pulgarcito seguía gritando desde el estómago de la vaca, el cura con
cuidado, puso la oreja contra el enorme vientre.
Pulgarcito, desesperado en aquella oscuridad, escaló por entre la hierba
y logró agarrarse de la lengua de la vaca; de inmediato, el animal lo arrojó
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