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Impacte en público
En el caso de homenajes, recepciones, bienvenidas, etcétera, se
suele recurrir a unas palabras de agradecimiento y brindis poste-
rior. La intervención será muy breve (no más de 4 o 5 minutos), y
al finalizar es cuando se ofrece el brindis entre todos los presentes.
El brindis lo debe hacer el anfitrión o la persona que este delegue
públicamente.
Antes de hablar, debemos lograr un completo silencio en la sala,
utilizando cualquier técnica discreta que conozcamos. Gene-
ralmente decir: “Por favor, presten atención un momento”, con
un adecuado tono de voz suele ser suficiente para conseguir la
atención de los presentes.
Recuerde que todas las intervenciones, cuando hay una comida
por el medio, se hacen en los postres. Y deben ser lo más breves
y concisas posibles. El protocolo británico, que aún prevalece en
los medios diplomáticos y consulares, define, por ejemplo, que en
una mesa se deben sentar intercaladamente hombres y mujeres
con la regla de precedencia y numeración, y después de cada
plato, se debe combinar la conversación con el comensal de la
derecha y luego el de la izquierda.
Hablar en cualquier tipo de reunión social o de trabajo puede
resultar sencillo para la mayoría de las personas, aunque no
siempre se haga de forma correcta. Es fundamental el reconoci-
miento del vocabulario utilizado y por la forma como se trasmita
la información.
Antes de hablar, hay que pensar lo que se va a decir. Algo que
se dice no tiene marcha atrás (al igual que la flecha disparada
no se puede parar). Una buena conversación se sostiene cuando
además de agradable en contenido es desarrollada de forma pau-
sada, clara, y con un buen tono de voz. La voz es algo innato en
nosotros, pero educarla es solo cuestión de disciplina.
Las conversaciones pueden clasificarse no solamente por los temas
que se trate según el tipo de evento o encuentro, sino también
por el número de personas que intervienen.
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