Page 81 - Tomo1-Liderazgo

PERSONAS FUERTES, ORGANIZACIONES FUERTES
El calpulli , una organización ejemplar
Los antiguos mexicanos adaptaron como
base de su organización social el calpulli .
Éste era una agrupación de familias, un
clan al que se le encargaba el cuidado y
explotación de una extensión de tierras,
bosques o lagos. Vista como una unidad de
subsistencia económica, se suponía que el
calpulli debía producir alimento suficiente
para sostener a las familias que lo inte-
graban. De acuerdo con la necesidad de la
sociedad, esta unidad también ejercía una
actividad adicional específica como, por
ejemplo, la cría de pavos o algun tipo de
producción artesanal, actividades con las
que comerciaba para completar los ingre-
sos de la comunidad.
Pero tratándose de una sociedad que en-
tendía la marcha del universo en función de
la realización de ritos religiosos, es decir,
de una sociedad teocrática, el calpulli ase-
guraba el cumplimiento de las ceremonias
locales que garantizaban la continuidad
de la vida en el mundo. Además de estos
importantes actos espirituales, se sabía
que los miembros de esta entidad progre-
saban en conjunto. Si un calpulli era pros-
pero, la bonanza alcanzaba a todos sus in-
tegrantes. Los méritos eran compartidos y
aun los hechos heroicos de alguno de sus
hombres en la guerra eran considerados
logros de todo el clan.
La educación, el cuidado en común de
los niños y jóvenes, y un auténtico espíritu
de solidaridad ejercido hacia los ancianos,
viudas o huérfanos del calpulli , se recibía
no como caridad, sino como parte natural
del desarrollo de esta unidad social.
La identidad, entonces, correspondía
a una realidad que era vivida todos los días,
del nacimiento a la muerte. A este respec-
to, Octavio Paz cita a Machado: “Lo otro
no existe: tal es la fe racional, la incurable
creencia de la razón humana. Identidad es
igual a realidad, como si, a fin de cuentas,
todo hubiera de ser absolutamente uno y
lo mismo.”
Liderazgo
77