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ELABORAR LOS DUELOS
CÓMO AYUDAR
• Cuando asistas a un duelo expresa tu amor así: tu presencia habla por sí sola,
por lo mismo, un abrazo en silencio es mejor que las palabras.
•  Evita consuelos falsos e irritantes como: “es mejor así”, “al menos no sufrió” o
“ya es un ángel”.
• Da amor sin frases obligadas como: “te entiendo”, “sé fuerte”, “Dios sabe cómo
hace sus cosas”.
• Únete a los que oran y prestan algún servicio, no a los que chismosean y hablan
del tema de moda.
• Colabora con el teléfono, atiende a los dolientes y soluciona lo que ellos no
están en capacidad de resolver.
• Deja que los familiares lloren: es bueno soltar el dolor, la culpa, la rabia y otras
emociones.
• Recuerda que cada persona vive el duelo a su modo y acepta que cuando pa-
san los meses pueden estar peor.
•  Tu presencia será más valiosa pasados los días, cuando el shock inicial deje paso
a la dura realidad.
• Por favor respeta el proceso del duelo y no presiones para que los que lo cargan
lo superen rápido. Un duelo toma tiempo y pide paciencia, entrega y mucho
amor.
Nadie es lo suficientemente pequeño
o pobre para ser ignorado.
Henry Miller
La verdad es que somos ignorantes so-
bre la vida en la que hay muerte y la
muerte en la que hay vida. Te invito a
pensar en la muerte como maestra de
vida y a meditar mucho sobre ese paso
entre vidas. Mientras menos hablamos
de ella, más sufrimos cuando nos visita
y mutila nuestros sueños.
MORIR PARA VIVIR
El agua es la única sustancia presen-
te en la tierra en tres estados: líquida,
sólida y gaseosa. Estos tres cuerpos en
los que se puede transformar el agua
son un buen ejemplo de lo que pasa
en la muerte. Tú eres un espíritu que
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RELACIONES