Page 66 - LUGARES FANTASTICOS

¿Tendrían el mismo final triste de las ratas? Nadie se atrevía
a hablar… Pero el Flautista pasó a un lado del río y se dirigió
hacia donde se alzaban unas montañas muy altas.
—¡Nunca podrán cruzar esas cumbres! —exclamó el
alcalde—. Se cansarán muy pronto, la flauta dejará de sonar
en cualquier momento y nuestros hijos regresarán.
El Flautista comenzó a subir por la falda de una montaña,
y su música se hacía cada vez más dulce. La tierra se abrió
como por arte de magia y todos pasaron por allí, cantando
y bailando. De repente, la montaña
se cerró tras ellos. Solo quedó
por fuera un niño cojo
que no había podido
alcanzar la
caravana. Cuando
el alcalde y los
habitantes
llegaron
hasta él, lo
encontraron
sentado sobre
una piedra, con
la tristeza reflejada
en su rostro.
—¡Deberías estar
feliz de haberte
salvado! —comentó alguien.
—¿Feliz? ¿Cómo puedo estarlo si he perdido todo lo que
el Flautista nos prometió: llegar a una tierra maravillosa
con manantiales cristalinos, con animales juguetones
y aves de mil colores? Mi pierna no me permitió
acompañarlos y ahora me siento muy, pero muy triste…
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