Page 44 - LUGARES FANTASTICOS
P. 44

—Soy yo, abuelita, Caperucita Roja —el lobo cambió
la voz—. Te traigo cosas muy sabrosas y frescas que te
envió mi mamá.
—Empuja la puerta con fuerza —dijo la abuela.
Así lo hizo el lobo y, sin perder tiempo, se abalanzó
sobre la indefensa viejecita que estaba acostada y la
metió en una bolsa que guardó en un mueble viejo,
para más tarde saciar su hambre. Rápido se puso un
camisón y un gorro de dormir de la anciana y se metió
en la cama a esperar a la niña.
Cuando Caperucita Roja entró en la casa de su abuelita,
se extrañó porque la encontró acostada.
40






















































































   42   43   44   45   46