Page 136 - LUGARES FANTASTICOS
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de la caverna lo vieron sentado en la rama de un árbol,
alegre y tranquilo.
Enterados de sus hazañas, los gigantes
pensaron que el sastrecillo iba a matarlos ¡de
un solo golpe!, así que huyeron hacia el
bosque.
Un día, cansado,
el sastrecillo
se quedó dormido
sobre la hierba, muy
cerca de un castillo.
Los guardias del Rey se
acercaron a investigarlo.
Cuando leyeron la
inscripción en su cinturón:
¡SIETE DE UN GOLPE!,
pensaron que se trataba
de un temible guerrero y
corrieron a comunicarle la
novedad al soberano.
—¡Un valiente como ése puede
sernos útil en caso de guerra! —opinó
el Rey, ordenando que lo invitaran
a vivir en el palacio.
—¡Su alteza! —saludó el sastrecillo
cuando llegó ante él—. El motivo de mi viaje
ha sido, justamente, ofrecer mis servicios a
quien los necesite. Estoy dispuesto a servirte.
Agradecido, el Rey ordenó que le asignaran
una lujosa habitación y que lo atendieran
muy bien.
Mientras el sastrecillo gozaba de una cómoda
vida en palacio, el temor no les permitía a los
guardias vivir tranquilos, por lo que acordaron renunciar.
Este hecho indispuso al monarca porque sus hombres eran
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