Page 128 - LUGARES FANTASTICOS
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EL RUISEÑOR EL RUISEÑOR
H Había una vez… un emperador chino que tenía una hija llamada
Litay Fo. Pero como el soberano era sordo, no podía apreciar
ninguno de los hermosos sonidos de la naturaleza, como los
melodiosos cantos de las aves o el murmullo de los ríos.
Cierto día, Litay Fo paseaba por los jardines del palacio, cuando
escuchó un canto precioso y desconocido; no tardó en divisar a un
pajarillo en lo alto de un árbol plantado fuera de los límites de su
jardín. El ave la saludó con unos trinos maravillosos que Litay Fo
alabó, embelesada.
—Solo soy un humilde ruiseñor —dijo el ave—. Deseaba conocerte,
pero otros pájaros me advirtieron que no entrara en este palacio
porque el Emperador sólo mira
a las aves de vistosos colores, y
como verás no me destaco por
mi plumaje. Pero sabía que tú
no me rechazarías.
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