Page 84 - FANTASTICOS SUENOS
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Se acercaba la Navidad cuando el zapatero comentó a su
mujer:
—¿Te parece si nos escondemos esta noche para
averiguar quién nos está ayudando de esta manera
tan maravillosa? —A ella le pareció buena la idea y así
esperaron, escondidos, detrás de un mueble.
Cuando sonaron las doce campanadas, dos
pequeños duendes aparecieron de la nada y,
trepando por las patas de la mesa, alcanzaron su
superficie y se pusieron a coser. La aguja corría y el hilo
volaba con tanta perfección que en unos cuantos minutos
confeccionaron bellos zapatos con el cuero que el hombre había
dejado en el taller. De un momento a otro desaparecieron y dejaron al
zapatero y a su mujer muy asombrados.
—¿Te has fijado en que la ropa de estos pequeños hombrecillos está
muy vieja? —comentó el esposo.
—Yo puedo confeccionarles unas prendas muy abrigadoras para
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