Page 148 - FANTASTICOS SUENOS
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Y así lo hizo. Después de cenar quiso descansar en la
salita donde también había tres sillas: una grande, una
mediana y una pequeña. Escogió sentarse en la más
grande, pero como era alta no se sintió a gusto; se pasó
a la mediana, pero era muy ancha y tampoco le pareció
confortable; así que terminó en la silla pequeñita, pero se
dejó caer con tanta fuerza que la rompió.
— ¡Estoy en problemas! —exclamó, preocupada.
A pesar del cansancio, Ricitos de Oro siguió recorriendo
la casa y observó que de todo cuanto veía había tres: tres
espejos, tres cepillos de dientes, tres sombrillas, etcétera.
Al llegar a la habitación principal encontró tres camas: una
grande, una mediana y una pequeña.
La niña se acostó en la grande,
pero le pareció muy dura. Luego,
probó en la cama mediana, pero
también la sintió dura. Entonces,
optó por acostarse en la pequeña;
la encontró tan cómoda que de
inmediato se quedó
dormida. Durmió
plácidamente,
incluso soñó haber
encontrado el
camino
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