Page 177 - T6-Analisis
P. 177

Formas discursivas del lenguaje
Stephen, intelectual, símbolo del exilio espiritual, ironiza sobre
la liturgia, conversa con un filisteo, contempla filosóficamente el
mar. Leopold, judío, pequeño burgués, símbolo del exilio carnal,
marido traicionado y domado de Molly, va en búsqueda inmediata
de una paternidad insatisfecha. Come riñones, va al baño turco,
asiste a un funeral, visita un periódico, desayuna, entra en la bi-
blioteca donde entrevé a Stephen hablando de Shakespeare, vaga
por las calles, bebe en un bar, pelea en la taberna, se masturba
en la playa, visita a una parturienta, y finalmente se encuentra a
Stephen en el burdel y se lo lleva a su casa donde descubre que
sus cajones están poblados como el mundo, del cual, en el fondo,
todo el libro reproduce la estructura, representando poco a poco
por medio del lenguaje, verdadero protagonista de la historia, las
partes del cuerpo, los capítulos de la Odisea, las técnicas literarias,
las ciencias, las artes, los símbolos arquetípicos. Mientras tanto
Molly, semidormida, fantasea con amores pasados y tal vez con uno
futuro con Stephen, de modo que se pueda completar una oscura
y blasfema relación trinitaria. Los hechos de la novela no cuentan
tanto por lo que son, sino en cuanto aparecen y se concatenan en
el monólogo mental de los protagonistas29
.
Ejercicio 28
•
Lea atentamente el siguiente artículo y descubra su estructura semántica:
La felicidad de aprender
(Fragmento)
•
Por: Francois de Closets
…¿Deseáis descubrir el mundo? La industria del turismo se hace cargo de vosotros y os
permite verificar que se parece a las fotografías de los folletos publicitarios. ¿Acaso es la belleza
lo que os tienta? Utilizad cremas y píldoras, recurrid a los masajes, a la cirugía estética, id
a la cura de talasoterapia, envolvedlo todo en una indumentaria atrayente, tal es el precio de
la belleza. Elevado, eso no qué decir tiene. Si os gustan las bellas historias, no os toméis la
molestia de leer: mirad la televisión, id al cine; si la gastronomía os tienta, no aprendáis cocina:
pagaos buenos restaurantes; si queréis emociones fuertes, daros una vuelta por EuroDisney; si
os fascinan las cuestiones metafísicas, acudid a consultar a un mago y si, pese a todas estas
diversiones, os hundís en la depresión, tomaros un Prozac o un Lexomil. Pero sobre todo, no
emprendáis nada por vosotros mismos, no vayáis a esforzaros, a desgastaros, a fatigaros, a
someteros a una disciplina que os obligue. Pagad, eso es lo único que tenéis que hacer.
En una hoja aparte, redacte el resumen del tema leído.
29 ECO, Umberto. “Elogio del resumen”, en Quimera, No 51, pág 15. Citado en: CERRO
ROBLES, Op. Cit. Págs. 82-83.
173























































   175   176   177   178   179