Page 186 - T4-ortografia
P. 186
La ortografía y sus reglas
6. Palabras sobreesdrújulas:
fácilmente, tómatelo, escríbemelo, dígamelo
7. Tildes según las reglas de acentuación:
América Esteban
Perú automóvil
cárcel alameda
mástil lápiz
violín azúcar
zoología aquí
allá hípico
cardumen inútil
anatomía ortografía
médico rápido
cómpratelo común
fonética fotogénico
óvalo lámpara
víbora mármol
árbol sílaba
división suma
multiplicación agudo
isósceles geometría
desdén jardín
tambor
3. Quiero saber el porqué de tu decisión apresu-
rada.
4. No busques más trabajo del que puedas con-
cluir.
5. Faltó a su cita de manera espontánea.
6. Busca cómo llegar a esa situación sin dañar a
los demás.
7. Espero que no salgas con otro de tus acostum-
brados refranes.
8. Quiero aprender alemán antes de viajar a tu
país.
9. Tú no puedes llevártelo ahora. Yo necesito
leerlo.
10. El espantapájaros solo ha servido para que
los pájaros hagan sus nidos.
11. ¿Debo saltar con ese paracaídas?
12. Apresúrate a bajar antes de que pase tu
autobús.
Ejercicio 6
Ejercicio 4
Tildes según las reglas de acentuación:
escribióle trajéronle
viósele fuese
fijáronle diéronselo
aplicósele esperóme
comprendiéronle llegóse
vímosle apartáronle
apurósenos inclinábanse
desconocíanlo explícaselo
rehusósele lávate
devuélvemela sentíme
alégrate subámosle
Ejercicio 5
Marcar las tildes donde correspondan:
1. Escogí todos esos libros para mí.
2. Tú no querías que pasara todo esto.
Colocar las tildes donde correspondan:
“…El cadáver de Gardel se pudo identificar sin
mayores dificultades. Las pruebas sobre la auten-
ticidad de su cadáver eran plenas, no así con la
mayoría de la víctimas, teniendo que hacerlo con
algunos por simple deducción. Al salir de Bogotá
iba vestido así: traje oscuro, sombrero gris, abrigo
color café y bufanda de seda. Como chaleco llevaba
un saquito de cuero carmelita, forrado en seda y
relleno con plumas. La posición en que fue hallado,
inclinado sobre el costado izquierdo, le protegía la
región pectoral y la cara interna del brazo del mismo
lado, la que solo estaba levemente quemada. Las
extremidades de los dedos, las últimas falanges,
fueron consumidas por el fuego, igual que todas
las partes blandas de la cara, nariz, ojos, pómulos,
orejas y cuero cabelludo. Causó verdadera admi-
ración entre los médicos y personas que lo vieron
en la morgue, la belleza y blancura de sus dientes.
Esto era signo suficiente para su identificación.
Tanto en la camisa como en un pañuelo llevaba
las letras iniciales de su nombre y apellido. En la
182