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RESPONSABILIDAD FAMILIAR
Lectura
¿Lo más barato?
El desarrollo del sistema
económico que prevalece
en nuestra época ha ge-
nerado distorsiones que
afectan en forma grave a
muchos grupos sociales.
La búsqueda de un lu-
cro desmedido, es decir,
la intención de obtener
ganancias a toda costa
y fácilmente, ocasiona
problemas en todos los
ámbitos. Bastaría, como
ejemplo de esto, mencio-
nar el tráfico de drogas, con las lamenta-
bles consecuencias que provoca en la salud
pública y los serios problemas de inseguri-
dad y violencia que acarrea.
Pero no hay necesidad de recurrir a ese
ejemplo extremo para hacer conciencia de
los severos daños que provoca esta ilimitada
sed de beneficios. La sociedad de consumo
nos ha inculcado el hábito de buscar los pre-
cios más bajos lo que, no siendo malo en sí
mismo, provoca terribles irregularidades que
afectan tanto a las personas como al medio
ambiente. Todos sufrimos el deterioro que
esta carrera por bajar los precios trae a la
calidad y durabilidad de los productos. Se
recurre también a la explotación de grupos
humanos y se arrasan ilimitadamente recur-
sos naturales por causa de una actitud con-
sumista. Para contrarrestar estos efectos,
algunas organizaciones
ciudadanas, apoyadas
por Naciones Unidas,
promueven el concepto
de Comercio Justo. La
idea es que, respetan-
do el libre comercio, se
identifique mediante el
sello que ilustra esta
lectura a aquellos pro-
ductos que son fruto de
procesos industriales y
comerciales totalmente
respetuosos, tanto de
los derechos humanos de las personas que
intervienen en ellos, como de las necesida-
des del medio ambiente. Se verifica y pro-
mueve también la calidad de los productos
señalados con este sello.
Algunas comunidades, preocupadas por
los abusos que se observan en el comercio
tradicional, han llevado lo anterior más allá,
y han creado el concepto de Ciudad Justa,
para distinguir con este título a aquellos lu-
gares en los que la población sabe que el
consumo está dirigido a promover el hu-
manismo, y en los que escuelas, tiendas,
empresas, cafeterías y restaurantes ofre-
cen artículos garantizados por el sello de
comercio justo. Mucho ayudaría que se en-
tregaran títulos como persona justa, familia
justa o empresa justa. No estaría nada mal,
¿verdad?
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