Page 81 - Tomo4-Balance
P. 81

INTEGRACIÓN A UNA ORGANIZACIÓN
Para saber más…
El inconsciente colectivo Fondo y forma
Al referirnos a las personas y a sus accio-
nes con frecuencia nos encontramos ante
la antigua discusión de a qué darle mayor
importancia, si a la propia naturaleza de las
emociones o al modo en el que se expresan.
Los argumentos en favor de una u otra posi-
ción de pronto hacen parecer que se tratara
de conceptos irreconciliables, y que al optar
por uno necesariamente se está a favor de
prescindir del otro.
Vemos, por ejemplo, que actualmente se
hace mucho énfasis en el uso de ciertos tér-
minos o maneras de expresión para demos-
trar actitudes adecuadas ante algunos he-
chos de la vida. Decir adulto en plenitud, en
lugar de anciano, y usar la forma femenina
y masculina —niños y niñas, ciudadanas y
ciudadanos— de algunas palabras para de-
mostrar respeto por la igualdad de género,
son algunas muestras de los cambios que
se introducen en el lenguaje para hacernos
reflexionar en algunos aspectos de nuestro
entendimiento de la vida.
La pregunta es si basta cambiar la forma
—un término por otro— para modificar una
actitud. La respuesta es obvia: no es sufi-
ciente. Pero tendríamos también que pre-
guntarnos: ¿puede una persona que profesa
admiración, respeto y cariño por sus ma-
yores referirse a ellos con alguna palabra
que pudiera lastimar sus sentimientos? ¿Es
posible que alguien que respeta a todas las
personas se refiera groseramente a aque-
llas que pertenecen a uno u otro género? No
lo creeríamos.
La forma y el fondo son conceptos que
están tan unidos que es difícil tratarlos
como cosas inconexas. Si la forma es la
configuración externa de la naturaleza y ca-
lidad de nuestro ser, debemos concluir que
es indispensable vigilar las formas, pero
no dicho en el sentido de fingir ser quienes
no somos o de impresionar a los demás.
Tenemos que poner atención a nuestra ma-
nera de proceder en ciertas circunstancias,
porque estas manifestaciones son señales
de las áreas emocionales e intelectuales en
las que podemos superarnos. Cuidar la for-
ma, sí, para cuidar el fondo.
Balance
77













































   79   80   81   82   83