Page 22 - CUADERNO-3
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El gallo puso cara de sorpresa y sintió curiosidad. Sin moverse
ni un pelo de la rama a la que estaba aferrado, preguntó:
–¿De qué nueva ley me estás hablando?
La zorra, muy astuta, continuó con su engaño:
–¡Ay, qué poco informado estás! Esta semana se ha publicado
una nueva ley que nos obliga a todos los animales y humanos
a vivir en paz ¡Tenemos absolutamente prohibido hacernos
daño los unos a los otros!
El gallo la miró fijamente a los ojos y no sintió buenas
vibraciones. Algo en su interior le decía que no se fiara lo
más mínimo de esa zorra de pelaje rojizo y hocico puntiagudo
con buenas dotes de actriz.
–¡Eres una mentirosa! ¡Tú lo que quieres es comerme!
La zorra se esforzó aún más en parecer real:
–¡Te juro que no te estoy engañando! Por lo que veo es una
ley que todo el mundo conoce menos tú. ¡Baja y te explicaré
con calma todos los detalles!
El gallo empezaba a dudar. ¿Y si no estaba actuando y decía
la verdad?
La zorra iba a abrir la boca para continuar su mentira
cuando de repente escuchó un ruido a sus espaldas. Se giró
y descubrió con espanto que eran dos cazadores armados
hasta las cejas.
–¡Oh, no, estoy en peligro! ¡Yo me voy!
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