Page 21 - CUADERNO-3

Paz entre los animales
Una mañana soleada de verano, un gallo de colores salió a
dar un paseo por el campo. Hacía poco que el dueño de esa
tierra había sembrado, así que sabía con seguridad que allí
encontraría semillas y con suerte algún pequeño gusano que
llevarse al pico.
Andaba distraído escarbando por aquí y por allá cuando vio
que una zorra surgía silenciosamente de entre la maleza que
rodeaba la finca.
–¡Uy, esa zorra viene por mí! ¡Tengo que ponerme a salvo!
El gallito de colores miró rápidamente a su alrededor y vio
un único árbol a pocos metros de donde estaba. Sin tiempo
para pensar en un mejor plan, echó una carrera sin parar de
aletear y se subió a la copa.
Unos segundos después, la zorra llegó jadeando hasta el
tronco, miró hacia arriba y le gritó:
–¡Hola, amigo gallo! ¿Por qué has huido de mí? No entiendo
qué haces encima de ese olivo… ¿Es porque te doy miedo?
El gallo, temblando como una gelatina, le contestó:
–Pues sí… ¡Para ser sincero, tu presencia me produce auténtico
pánico!
La astuta zorra, que quería que el gallo bajara para clavarle
el diente, puso cara de buena y empezó a mentir muy
sagazmente.
–Vaya, pues no sé por qué me temes. ¿Acaso no te has
enterado de que en esta zona hay una nueva ley?
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