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“Yo tengo la voluntad / con ella, todo lo tengo…”. Amado Nervo
Capítulo 10
Aprendiendo el optimismo
Para quienes estén decididos a abando-
nar una postura negativa ante la vida y
las circunstancias que los rodean, exis-
te un manojo de técnicas simples que
habrán de permitirles operar el cambio:
– La primera cuestión que deberemos
abordar es el modo en que nos para-
mos frente a una complicación o un re-
vés. Si empezamos considerando que el
problema está fuera de nuestro alcance
y no depende de nosotros, jamás sal-
dremos del atolladero. Las dificultades
siempre nos pertenecen, son nuestras,
está en nuestras manos superarlas. Soy
yo quien no estudió lo suficiente, y no
el examen que es imposible de aprobar.
– La segunda transformación tiene que
ver con el modo en que expresamos las
cosas, con el lenguaje. Lo que decimos
es, casi exactamente, lo que pensa-
mos; cuando nos expresamos negati-
vamente es porque de esa manera ra-
zonamos. Si estamos atentos a lo que
decimos podremos detectar cada una
de las actitudes negativas con las que
respondemos a lo que nos toca vivir.
Es, entonces, el momento de hacer un
esfuerzo de imaginación para cambiar
esa óptica fatalista que no nos permite
crecer ni desarrollarnos.
– En tercer lugar, si pensamos que el
problema es que no hay futuro, casi
con seguridad el futuro desaparecerá
para nosotros; si creemos que no hay
remedio para los males que nos aque-
jan, efectivamente no lo habrá. De mu-
chas maneras somos nosotros mismos
los que construimos nuestro destino a
partir de lo que pensamos y hacemos.
La solución al problema puede tornarse
esquiva, difícil de identificar, pero si re-
nunciamos a la búsqueda por anticipa-
do es seguro que no aparecerá nunca.
Empeñémonos en encontrarle la vuel-
ta, como coloquialmente se dice, y al-
guna puerta de salida aparecerá siem-
pre. Si en ese preciso momento, por
alguna circunstancia muy particular,
el remedio escapa a nuestras manos,
con toda seguridad la búsqueda nos
permitirá encontrar alguna acción para
aplicar después del daño, que nos per-
mitirá reparar y seguir adelante sin de-
masiadas pérdidas.
“Si estuviéramos en el mejor de los mun-
dos posibles, la verdad es que las cosas
serían muy aburridas… Estamos en un
mundo donde, por muchos motivos, las
cosas no están bien, pero es por eso que
debemos empeñarnos en arreglarlas, en
lograr que las situaciones mejoren”.
Leonardo Polo
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