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Capítulo 3
Solovieva Ekaterina
Ser capaz de conectarse con las emociones
propias y ajenas no significa debilidad al
momento de fijar límites. Por el contrario, la
persona comprensiva nada tiene que ver con
la complacencia.
A pesar de la profundidad de
los cambios y de las trans-
formaciones producidas
en los modos organizacionales de
las empresas, múltiples prejuicios
y preconceptos continúan vigen-
tes. La mayoría son rémoras de los
tiempos en que el mando se ejercía
desde una óptica casi totalitaria, en
tanto el trabajo estaba vinculado a
una producción seriada en la que
creatividad, trabajo en equipo y al-
tos niveles de competitividad eran
conceptos que apenas despunta-
ban. Nadie hablaba por entonces
de comprometer las emociones en
las relaciones laborales. Hacerlo de-
notaba “sensiblería” y bajos niveles
de autoridad.
Aquel concepto nos afecta aún
en la actualidad en forma de prejui-
cio, y explicaremos por qué.
Conectarse con las emociones
propias y ajenas no significa dejar a
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