Page 59 - TOMO1
P. 59

“Para que una lámpara permanezca siempre encendida, es necesario que nunca olvidemos ponerle
aceite”. Madre Teresa de Calcuta
Quien pretenda, por ejemplo, convertirse en un afamado periodista de
investigación e ignore, o no valore en su justa dimensión, la serie de con-
flictos judiciales que podría afrontar por sus denuncias, caerá en la depre-
sión o el desánimo cuando se encuentre transitando, una y otra vez, los
diferentes juzgados.
No valorar que cada una de nuestras acciones tendrá ciertas conse-
cuencias supone carecer de realismo, y eso jamás conduce al éxito. Por el
contrario, cuando las consecuencias que deberemos afrontar por nuestra
marcha han sido debidamente sopesadas y aceptadas por nosotros, lo más
probable es que no sean tan pesadas y ni siquiera sean tantas.
No prever las influencias externas
Nadie camina solo por la vida. “Uno es uno y sus circunstancias”, procla-
maba el filósofo Ortega y Gasset. Las circunstancias no solo son nuestras
propias cualidades, emociones y vivencias; son también las personas que
nos rodean y nos influyen. Ningún individuo está libre de las influencias
que ejercen los demás sobre él, y esto no es malo en sí mismo; por el con-
trario, puede ser enriquecedor.
Somos un punto en un tejido so-
cial, y debemos responder tenien-
do en cuenta lo que nos rodea.
PeJo
Llega quien es constante
55










































































   57   58   59   60   61