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“Desafortunadamente muchas personas piensan que la autoestima, de alguna manera, debe ganarse
a través de los logros”. Davis Milles
Capítulo 1
y usaremos otras palabras, como
soberbia, engreimiento, presunción.
Esto es lo opuesto a la autovalo-
ración. Son deformaciones y vicios
de la personalidad, actitudes dignas
de reprobación, mientras que la au-
tovaloración es una virtud loable,
cultivable, apreciada.
A menudo esos defectos, por lo
general ejercidos de manera ampu-
losa, en voz alta y gesticulante,
no son sino fuegos de artifi-
cio que ocultan su verdade-
ra naturaleza, que es contraria a lo
que se pretende mostrar. Quien no
se autovalora cabalmente es quien
necesita ese maquillaje externo, esa
máscara destinada a engañar y que
solo engaña a quien se la pone.
La autovaloración no es ruidosa.
Es una calmada y silenciosa afirma-
ción de los propios dones, capacida-
des y virtudes: “Yo soy, yo puedo,
yo hago, yo valgo…”.
Andresr
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