Page 31 - LUGARES FANTASTICOS
P. 31
—Perdóname, te lo suplico.
—Es inútil —dijo Barba Azul, tomándola de las manos para
amarrárselas con una cuerda.
En ese mismo instante golpearon tan fuerte a la puerta que el
malvado hombre se detuvo bruscamente; al abrirla entraron dos
jinetes que, espada en mano, fueron directo hacia Barba Azul.
Éste reconoció a los hermanos de su mujer y huyó para
esconderse; pero los dos hermanos lo persiguieron hasta
atraparlo. Lo ataron fuertemente y lo entregaron a las autoridades,
no sin antes liberar a las anteriores esposas del malvado hombre,
que estaban débiles y enfermas.
Y como Barba Azul no tenía herederos, sus esposas pasaron
a ser las dueñas de todos sus bienes. La más joven, empleó una
parte de su riqueza en casar a su hermana Ana con su novio de
hacía mucho tiempo. Posteriormente, ella se unió a un hombre
amoroso y tierno que la hizo olvidar los malos ratos pasados al
lado de Barba Azul.
27