Page 23 - LUGARES FANTASTICOS
P. 23
Ante la mirada curiosa de todos, el cervatillo luchó por levantarse,
poco a poco y con algunas dificultades hasta que finalmente lo logró.
Muy pronto, Bambi salió a conocer los alrededores en compañía
de Tambor. Se hicieron muy buenos amigos y en medio
de divertidos juegos el pequeñín aprendió, entre
muchas otras cosas, a sobrevivir.
Un buen día, al despertar, Bambi ya no vio
árboles ni flores: la nieve los había cubierto,
y cuando intentó caminar no pudo hacerlo
porque el suelo estaba resbaloso; aunque
esto le pareció divertido percibió la soledad
a su alrededor.
—El invierno es muy triste —dijo un día
Bambi a su amigo Tambor.
—¿Por qué lo dices, amiguito?
—Porque el bosque queda desierto; todos los animales
se esconden en sus madrigueras y la comida escasea.
Cierto día, Bambi vio cómo corría un grupo de ciervos
adultos y atrajo especialmente su atención el que iba
delante de la manada. Era más grande y más
fuerte que los demás: se trataba del
Gran Príncipe del Bosque.
19