Page 96 - FANTASTICOS SUENOS
P. 96
Al día siguiente, el lobo se vistió con la piel de un cordero
y, caminando en cuatro patas, se acercó a la casa de madera.
Llamó a la puerta, diciendo:
— Beee... beee… ¡Ábreme, por favor, estoy perdido!
Los dos cerditos reconocieron la voz del lobo a pesar de
sentir pena por el supuesto corderito.
— ¡Aléjate de nuestra casa! ¡Sabemos que eres un
lobo y no te abriremos! —gritaron a coro.
Nuevamente, el lobo tomó aire y sopló sobre la
casa. Después de varios soplidos más, los
leños cayeron al suelo. Entonces,
a toda velocidad, los cerdi-
tos huyeron a la casa de su
hermano mayor.
Pasó otro día y el lobo ya
no se tomó la molestia de
fingir la voz o disfrazarse;
esta vez los tres cerditos
ya no podrían huir. Así
que, muy decidido, se
encaminó a la casa de
ladrillo.
— ¡Abran, no tienen
otro escondite! ¡Acabaré
con esta casa como
lo hice con las dos
anteriores!
—No te de-
jaremos entrar
—gritaron los
cerditos desde
el interior. El lobo
estaba tan furioso
92