Page 81 - FANTASTICOS SUENOS
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Una noche, el rey
soñó que Florencia en-
traba en su habitación con
su hijito en brazos, después de
besarlo y de acariciar dulcemente
el lomo de Tomás, les decía que esa
noche se iría al cielo y no volvería a verlos.
— ¡No, no, no! —gritó, desesperado, Nicolás II—.
¡Tú eres mi amada esposa! ¡Prometimos estar siempre
juntos! —sus fuertes gritos retumbaron en todo el castillo
y… ¡Florencia despertó!
¿Qué había pasado? Como se podrán imaginar, la viejecita de los
brebajes era la madrastra malvada, que en vez de curar a Florencia
la había hechizado para que no despertara jamás. Pero recuerdan al
Río Amigo, ¿verdad? Nuevamente había intervenido para deshacer
el hechizo, con una sola condición: si en esa familia existía el ver-
dadero amor, todo conjuro se rompería y la malvada bruja se con-
vertiría en cenizas.
Al quedar la madrastra reducida a cenizas, el cervatillo recuperó
de nuevo su figura humana y todos vivieron felices para siempre en
un castillo que construyeron a la orilla del Río Amigo.
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