Page 23 - FANTASTICOS SUENOS
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tranquilo y se dedicó a cuidarlo;
volvió a sentirse necesaria e importante, tanto
Jaime como Linda se mostraban orgullosos de su mascota.
—Tomaremos unas cortas vacaciones —anunció Jaime un día.
—Queremos que cuides al bebé porque confiamos mucho en ti
—agregó Linda, mientras acariciaba la cabeza de Reina—.
La tía Sara estará aquí para ayudarte.
La tía Sara llegó acompañada de sus gatos siameses; así Linda
y Jaime se marcharon contentos y tranquilos. Sin embargo, pronto
surgió un problema: Reina no podía acercársele al bebé porque la
tía Sara no se lo permitía y esto la desesperaba. Por otro lado, los
escurridizos gatos no hacían más que destrozos. Reina, que pensaba
solo en el bienestar del bebé, trataba de evitar con fuertes ladridos
que los mininos llegaran al segundo piso.
—Te voy a conseguir un bozal, Reina —dijo la tía Sara y la llevó a
una tienda de mascotas.
Reina estaba triste y, aprovechando un descuido del vendedor y
de la tía Sara, escapó de la tienda.
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