Page 168 - FANTASTICOS SUENOS
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—Será feo solo exteriormente, porque su sabiduría y bondad no
tendrán límite —afirmó la dulce hada mirando sonriente al bebé—.
Además, le pasará esos dones a la mujer que ame.
Presurosa, el hada partió hacia el país vecino a presenciar el parto
de la otra reina. Allí nacieron dos niñas: la primera, muy linda, y la
segunda, fea. Los reyes quedaron embelesados con la belleza de la
mayor; su piel era muy blanca y tenía cabello rubio.
—¡Es una niña preciosa! —exclamó la Reina, feliz.
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