Page 101 - FANTASTICOS SUENOS
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de semejante gigante, así que aceptó la invitación del Emperador de
Blesfuscú quien deseaba recompensarlo por no haberle hecho daño
a ninguno de sus hombres. Días después, Lemuel Gulliver regresó a
Inglaterra, en un barco carguero al lado de su familia. Allí, se hizo
famoso cuando exhibió los curiosos animalitos que llevaba consigo,
fieles testigos de su aventura. Ganó buen dinero con sus mascotas.
La tranquilidad al lado de su familia era el mayor tesoro para Lemuel
Gulliver, sin embargo, pasados unos meses, el capitán de un barco le
propuso unirse a su tripulación para navegar rumbo a Madagascar.
Tras un viaje largo avistaron una isla y, en una barca, Gulliver y unos
cuantos marineros fueron a inspeccionar el territorio. Los exploradores
se separaron y, al cabo de unos días, Lemuel Gulliver llegó a la playa
a reunirse con los demás. Sorprendido, miró a sus compañeros
marineros que huían asustados hacia el barco y lo dejaban solo.
No tuvo tiempo de enojarse porque apareció un enorme dedo que
lo tocó. ¡Estaba en el reino de los gigantes! Por eso los marineros se
habían marchado sin él.
—¡Qué miniatura! Te llevaré a casa. —El gigante lo metió en un
pañuelo y finalmente lo puso sobre una mesa, donde su esposa e
hijos lo miraban con curiosidad y le hacían bromas, con excepción
de Glumdalclitch, una niña que a partir de ese momento lo cuidó y lo
nombró Grildrig.
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