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MISIÓN, VISIÓN Y VALORES PERSONALES
Una misión general
Empecemos por decir que la Misión es la razón de ser o el motivo
de existir de una persona. Sigamos por observar que los seres hu-
manos tenemos, en esencia, muchas cosas en común. Admitien-
do estas dos afirmaciones podemos concluir que puede hacerse
una definición general de la razón de ser de nuestra especie: la
misión del ser humano.
Misión: Poder, facultad que
se da a alguien de ir a desem-
peñar algún cometido.
Esto es cierto, muchos sabios de la más remota antigüedad han
dedicado su pensamiento a ello. Buscar el bien, el conocimiento,
el amor o la belleza, encontrar la verdad o la felicidad, ha sido la
tarea de quienes se han preguntado por el fondo de nuestras mo-
tivaciones.
Conocer lo que revela este trabajo intelectual, a través de la historia,
puede ser muy valioso para ayudarte a elaborar una respuesta par-
ticular a esta cuestión.
El cometido personal
Decía el filósofo español Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circuns-
tancia”, refiriéndose precisamente al alcance individual que tiene la
búsqueda del sentido de la existencia de cada uno. Siendo así, po-
demos identificar nuestra Misión personal observando dos com-
ponentes de nuestra persona que ya hemos revisado:
•
Capacidades: Aquellas en las que destacamos o que nos pare-
cen más importantes.
•
Áreas de vida: Campos de acción o actividades a las que dimos
mayor prioridad.
En la Misión personal definimos:
•
Las necesidades que satisfacemos en nosotros mismos, el im-
pacto que generamos en otras personas, así como las facultades
que ponemos en juego con este fin.
José Ortega y Gasset
Filósofo español, nacido en
1883. Su obra ha influido no-
tablemente en importantes
autores de nuestra lengua. Se
une y desarrolla la doctrina del
perspectivismo, que sos-
tiene que la verdad surge de
un punto de vista concreto, a
partir del cual cada individuo
mira en una dirección propia.
Evoluciona después a la idea
de la razón vital, teoría que es-
tablece que el conocimiento se
funda en la vida humana como
la realidad radical, entre cuyos
componentes esenciales está
la propia razón.
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