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ayuda de mis padres desarrollé aptitudes y valores que me ayudaron a sobrellevarlos.
Sabía que yo era diferente por fuera, pero en mi interior era igual a los demás. En
muchas ocasiones me sentí decaído y no quería enfrentar la realidad negativa.
Por momentos caía en la depresión y el enojo porque no podía cambiar mi físico.
Aprendí que Dios nos ama a todos y cuida de cada uno de nosotros. Llegué a
pensar en el suicidio, en terminar con mis penas y mi vida. Mis padres y mi familia
estuvieron siempre ahí para darme fuerza y contrarrestar mis problemas emociona-
les, de autoestima y soledad. Dios me movió a compartir mi historia y experiencias
para ayudar a otros a enfrentar sus vidas y ver bendiciones en los obstáculos. Me
animé a inspirar a otros a usar su potencial al máximo y alcanzar sus esperanzas y
sus sueños.
“Sabemos que en todas las cosas Dios trabaja para el bien de aquellos a quienes
ama”. Este versículo de San Pablo habló a mi corazón y me dio la convicción de
que no existen la suerte, el azar ni las coincidencias y que lo “malo” sucede por algo.
Creo que hay un propósito y un sentido para todo. Entregué mi vida completa a
Cristo a los 15 años. Sé que Dios me creó para dar testimonio de su inmenso poder.
Él me está usando como soy y como ningún otro podría ser utilizado por Él.
Tengo 24 años y terminé mis estudios de Comercio, Planeación Financiera y Con-
tabilidad. Soy conferencista motivacional para animar y fortalecer a las personas,
también lo soy en el sector corporativo.
Me apasiona llegar con la gente y ponerme en manos de Dios para lo que Él desee
hacer, Él marca el camino y yo simplemente lo sigo. Somos solo instrumentos. Ten-
go muchos sueños y metas por alcanzar en mi vida. Quiero ser el mejor mensajero
del amor y la esperanza en Dios, quiero ser independiente financieramente a los
25, por medio de inversiones. Quiero modificar un carro, poder manejarlo y ser
entrevistado en el Oprah Winfrey Show en Estados Unidos.
Uno de mis sueños es escribir libros que sean best-sellers. El primero se llamará: No
arms, no legs, no worries; Sin brazos, sin piernas, sin preocupaciones. Creo que si
posees la decisión y la pasión para hacer algo, y Dios lo quiere, lograrás hacerlo en
el tiempo correcto. ¡Continuamente nos ponemos limitaciones sin ninguna razón!
Lo peor es ponerle límites a Dios, que puede hacer todas las cosas.
Una vez que te declaras disponible para el trabajo de Dios, ¿sabes de cuántas cosas
eres capaz? ¡Ánimo, cambia tus quejas por gratitud! ¡Todo tiene un sentido y la vida
vale la pena!
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