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19MENSAJES Y ORACIONES 19
AGRADECER Y ALABAR
Abres una puerta de esperanza si haces una pausa para agradecer y alabar, por
más ocupado que estés. En situaciones difíciles y en momentos cruciales la ora-
ción es tu mejor apoyo y tu fuente de energía.
Una pausa para orar es siempre una experiencia tonificante, es tu conexión con
Dios y con la vida. Al dar gracias valoras tus bienes, reconoces tus bendiciones
y alejas el inconformismo y el desaliento. La gratitud deja resonancias de alegría
en tu alma y te llena de paz cuando te acosan las pesadillas. Igual sucede cuando
sabes alabar y reconoces el amor y el poder del Padre, sus ángeles y los seres de
luz. La alabanza es oración pura en la que no pides nada y avivas los rescoldos de
tu fe y del amor. El mal nunca es arrasador si estás con Dios y haces pausas para
sentirlo, darle gracias y alabarlo.
ORAR CON LOS SALMOS
Ora mucho con los salmos y verás que los apuros no te acaban, y hallas en Dios
y en ti una fuerza arrolladora. Descubre que el Padre “Es un bastión para el opri-
mido y un refugio para los tiempos de
angustia”, Salmo 9. Al orar amorosa-
mente comprendes que el hecho de ser
bueno no te exime de vivir pruebas y
percances que te hacen crecer.
La fe no evita las penas, pero sí te
ayuda a aceptarlas y superarlas. Des-
de siempre los seres humanos se han
preguntado por qué los seres buenos
sufren y qué hace Dios al respecto. La
verdad es que ellos cargan cruces que
purifican y les permiten avanzar más
en el camino del amor y la bondad.
Dios siempre está a su lado con su
amorosa presencia, los consuela, los
fortalece y les da su paz. En una pers-
pectiva espiritual lo que aquí llamamos
un mal es un aprendizaje para crecer y
llegar a la luz.
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