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23Soledad,
Soledad,
separación separación
Aunque suene paradójico,
nunca estamos solos y
siempre estamos solos.
Extraño, pero cierto.
Nunca estás solo porque
Dios no te deja, tu ángel
tampoco y puedes hacerte
compañía a ti mismo.
“Hoy quiero estar conmigo”, decía un sabio, consciente que al amarnos no nece-
sitamos depender de otros. Estás bien si disfrutas de paz interior, sin esas batallas
internas que destrozan el alma y crean ataduras. La realidad es que solo estás bien
con otros si estás bien contigo mismo, si te amas de verdad.
También habrás comprobado que, incluso acompañado, hay un reducto al que
nadie entra. En el fondo siempre hay un espacio de soledad que nada ni nadie
puede llenar, solo Dios. Ten presente que no es lo mismo estar solo que sentirse
solo. Estás tan solo como tú mismo lo decides.
El amor espanta la soledad y da fuerzas para manejar con serenidad y grandeza una
separación. Estás bien, solo o separado, si tu amor brilla en las siguientes actitudes.
AMAR CON TOLERANCIA
Para los hindúes advaita es la no duali-
dad, es la unidad total lejos de cualquier
separación. Una realidad con la que
se identifican los místicos y poco dige-
rible para el común de la gente. Sobre
todo en nuestra cultura tan infectada de
maniqueísmo, de blanco o negro, bue-
no y malo. Un ser iluminado sabe que
Es en soledad cuando
estamos menos solos.
Byron
RELACIONES 97

































































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