Page 98 - 4 Trabajo en equipo
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“El que no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra”. Claude Bernard
Capítulo 10
Para esto, para aprender, debemos
limpiar nuestra mente de prejuicios,
separar las particularidades de sus
vidas personales, poner la mira en
aquello común a todo ser humano y
tratar de reconocer las mayores vir-
tudes por ellos desplegadas.
De inmediato veremos que fueron:
– Serenidad ante los rechazos y los
malos momentos.
– Una fuerte autoconfianza y fe en
las propias capacidades.
– No tomar la primera alternativa
que se ofrece sino luchar por la que
nos despierta mayor convicción.
– Ejercitar un trabajo tenaz y
constante.
¿Qué es aprender?
Según las definiciones más acep-
tadas, aprender es incorporar ver-
dades, conceptos, sensaciones que
estaban fuera de nosotros, que nos
eran desconocidas. Sin embargo, en
el caso de la lucha de estos líderes,
lo que realmente aprendemos es el
uso de las cualidades que nosotros
también poseemos, dormidas en
menor grado de desarrollo aún.
Por eso el proceso debería ser más
factible: no hay que incorporar nada
que potencialmente no tengamos;
de alguna manera, hay que imitar
una técnica de aprovechamiento de
lo dado.
Hace ya varios años, en la Univer-
sidad de Maryland, Estados Unidos,
un grupo de estudiosos llevó a cabo
una importante tarea: revelar cómo
es que aprendemos y cómo apren-
demos más. El veredicto final decía,
entre otras cosas: “Las personas de
todas las edades y capacidades men-
tales ponen mayor atención cuando
un tema a tratar se ilustra con imá-
genes; lo comprenden con mayor ra-
pidez y lo retienen por más tiempo”.
Y para rematar este concepto,
el estudio concluía que podemos
retener:
•
10% de lo que leemos
•
20% de lo que oímos
•
30% de lo que vemos
•
50% de lo que vemos y oímos
al mismo tiempo
¿A qué viene esto?
A que cuando nuestros padres
y abuelos hablaban de que no hay
nada como aprender mediante el
ejemplo, no estaban errados.
El concepto oído pero refrenda-
do por la práctica observada se re-
tiene mucho más. Así, cuando us-
ted absorba las técnicas y virtudes
de los grandes líderes y las ponga
en acción, automáticamente esta-
rá educando a sus subalternos, sus
compañeros de grupo, sus emplea-
dos. Y esto no hará sino subir el ni-
vel de todo el equipo, en un juego
múltiple de mutuas enseñanzas y
emulaciones.
Un líder enseña haciendo, y el
buen aprendiz se vuelve líder imi-
tando ese desempeño y haciéndolo
hábito.
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