Page 77 - 4 Trabajo en equipo

“En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada”. Franklin Delano Roosevelt
Aumentos de salario, ascensos, gratificaciones, mejores con-
diciones laborales, etc., constituyen parte de la oferta material
con la que pueden contar un líder y una empresa.
Reconocimientos por la tarea cumplida, felicitaciones públi-
cas para quien se ha distinguido por su rendimiento o ha alcan-
zado los objetivos buscados, y elogios personales de parte del
líder son parte del menú con que se puede premiar espiritual-
mente a alguien.
Combinar ambas cosas es lo ideal porque, de una manera
u otra, las dos confluyen en el objetivo superior que pretende
todo ser humano: crecer como persona.
No caben dudas respecto de lo enriquecedor de los premios
espirituales. Sin embargo, también el reconocimiento material
apunta en el mismo sentido. Un aumento salarial diferenciado,
una suma de dinero extra a fin de año a modo de gratifi-
cación o un ascenso que, además de mayores respon-
sabilidades, implica un incremento de los ingresos, son
formas de mejorar la calidad de vida del empleado y su
familia. Y se tornan bienes espirituales. Más di-
nero para las vacaciones, mejores escuelas
para los niños, más confort en la vi-
vienda, indumentaria de mejor ca-
lidad, contribuyen directamente
a que la persona logre un su-
perior bienestar cotidiano,
reservando energías, por
ejemplo, para estu-
diar, leer y aprender
cosas nuevas.
Premiar, castigar, actualizar
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