Page 63 - 3 Metas y logros
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“Nada existe en el mundo que sea insignificante”. Friedrich von Schiller
nen cuando en una pareja se pierde
la capacidad de observar los peque-
ños detalles que le ponen condi-
mento a la vida en común. Rutina,
conformismo y desamor son las ru-
tas posibles de desenlace.
Un aspirante a ocupar un puesto
en una empresa es entrevistado por
un adusto señor. El candidato repara
en que el hombre en cuestión tiene
puesta en su solapa la insignia de un
club de golf. Cuando el entrevista-
dor le pregunta con qué personaje
público se identificaría, el aspirante
le contesta: “Con Tiger Woods”.
Entonces el rostro del hombre se ilu-
mina y pregunta: “¿Por qué?”. “Por
su tesón, su dedicación en pos de un
objetivo, su laboriosidad...”. ¿Hace
falta decir cuál es el resultado más
probable de la entrevista? Un deta-
lle, en este caso, por ser percibido a
tiempo y usado con agudeza, tiene
un peso decisivo.
No vamos a entrar en el ámbito
personal o conyugal, pero los deta-
lles en el mundo laboral son tan o
más importantes que en el matrimo-
nio. ¿No lo cree? Siga leyendo y se
lo demostraremos.
Si piensa que las reglas de proto-
colo y ceremonial que rigen el mun-
do de los negocios y el mundo de
la política ya pasaron de moda, está
muy equivocado.
Vivimos en un mundo globaliza-
do, es cierto, pero si quiere tener éxi-
to en las negociaciones deberá entre-
narse en los distintos aspectos que le
indique el protocolo de su actividad.
Sobre todo, por ejemplo, si le toca
hacer negocios con empresarios de
países de Oriente, donde las reglas
de cortesía son fundamentales para
la comunicación.
Los detalles deciden
El juego de las diferencias
El mundo moderno exige de las empre-
sas una máxima capacidad de compe-
tencia, si aspiran a sobrevivir en el mer-
cado. Esa realidad ha empujado a los
fabricantes a prestarle una gran aten-
ción a los diseños de sus productos. Y
en esa vía, los creativos han puesto en
marcha una carrera para ver quiénes se
ocupan más y mejor de los detalles de
diseño; tanto, que hasta la publicidad
insiste en señalar las pequeñas diferen-
cias que el conjunto: en el caso de los
automóviles, se promociona más la fi-
delidad del equipo de audio que la soli-
dez de los frenos.
Siempre estamos entre
“personas”
En su libro Buenos modales, buenos
negocios, Edith Cortelezzi asegura:
“Parte del éxito de un ejecutivo re-
side en utilizar con corrección estos
conocimientos. Si bien la videocon-
ferencia y el celular están cambian-
do la manera de hacer negocios, la
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