Page 20 - 3 Metas y logros
P. 20
“Cuida los minutos, pues las horas ya cuidarán de sí mismas”. Lord Chesterfield
Capítulo 2
2 Perseguir fines precisos
Si tenemos claros cuáles son nues-
tros objetivos en el corto, mediano y
largo plazo, y nos enfocamos en in-
vertir nuestro tiempo en tareas que
apunten a alcanzarlos, haremos un
uso integral y absolutamente pro-
ductivo de cada minuto.
Dichos objetivos son, por supues-
to, diversos y se ubican en tres áreas
fundamentales de nuestra vida: la
profesional, la familiar y la social.
Compartir cierta cantidad de horas
diarias con nuestros hijos exigirá,
por ejemplo, que no nos embarque-
mos en una conversación improduc-
tiva con un compañero de trabajo.
Cuatro claves
Quienes han estudiado las formas de
administrar el tiempo recomiendan al-
gunas claves que pueden ayudar a or-
ganizarnos: a) usar agenda, prepararla
y ceñirse a ella; b) registrar en qué es-
tamos usando nuestro tiempo y leer lo
apuntado una vez por semana; c) de-
legar todo lo que otros puedan hacer
por nosotros; y d) eliminar tareas que
no producen beneficio alguno.
3 Establecer prioridades
Este es un hábito central y determi-
nante para administrar bien nuestro
tiempo. Nuestras tareas siempre tie-
nen un grado de primacía y urgen-
cia. La saludable capacidad de discri-
minar entre lo importante y lo que
no lo es tanto, y entre lo urgente y
lo que puede esperar un poco más,
hará que ese “oro” sea utilizado de
la forma más rentable.
Sabemos que no todas las tareas
nos gratifican de la misma forma;
incluso algunas no nos gustan. Pero
priorizar a favor de lo que más nos
gusta y no de lo que más nos be-
neficia es una conducta infantil. Lo
urgente debe ser resuelto antes que
nada; luego deberemos abordar lo
importante. Si hacemos esto, ve-
remos que también queda tiempo
para lo superfluo.
4 Generar relaciones
simétricas
Los diplomáticos, mejor que nadie,
saben que no hay acuerdo posible
cuando en una negociación uno
gana y el otro pierde. Ambos deben
ganar, aunque ninguno de los dos
se lleve todo lo que pretendía.
Vincularse en relaciones que no
se sustenten en este precepto será
la mejor forma de malgastar nuestro
tiempo. Por ejemplo, si uno gana y
el cliente pierde, el final será abso-
lutamente previsible: acabaremos
perdiendo al cliente, con lo cual el
triunfo pasajero se habrá transfor-
mado en una enorme derrota. Inver-
tir horas o días en una relación no
simétrica es una manera de perder
todo el tiempo invertido.
20