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“Los muros contra los que chocamos están ahí por una razón. No para disuadirnos, sino para darnos
la oportunidad de demostrar cuánto queremos algo”. Randy Pausch
Capítulo 7
y conciudadanos (colaboradores,
subordinados). Mientras todo le
iba bien no tuvo mayor problema.
En cuanto surgieron las dificultades
(planes no cumplidos, competencia
de otro gerente), los mismos que
lo habían apoyado comenzaron a
intrigar contra él (“serruchadas de
piso”), y al final acabó muerto a pu-
ñaladas por aquellos mismos a los
que él creía que había protegido,
pero a los que en realidad subesti-
maba (“por algo soy el jefe”).
La historia nos enseña que todo lo
que pasa a nivel de hombres de Es-
tado no es más que el resultado de
tendencias innatas en el ser humano
en general. Ellos también fueron y
son hombres concretos, individuos.
Nadie que suba maltratando se
mantiene en lo alto bien tratado.
Primero yo...
El egoísmo y la insensibilidad se manifiestan en actos cotidianos, aunque no-
sotros mismos tratemos de subestimarlos. El egoísta (que lo quiere todo para
sí) es siempre un egocéntrico (que hace de sí mismo el centro de su vida).
Se cuenta que un inspector de escuela le preguntó a un niño:
—A ver, alumno, dime qué son para ti el egocentrismo y el egoísmo.
—Es ocuparse solo de uno y vivir solo pendiente de uno.
—¿Y eso es algo bueno o algo malo?
—Es algo muy malo —contestó el niño.
— Muy bien —dijo el inspector. Pero dame un ejemplo concreto.
Y el niño respondió:
—Un ejemplo sería que mis compañeros fueran tan egoístas que no se ocu-
paran de mí.
No se comporte usted como ese niño, y resultará aprobado.
BIBLIOGRAFÍA
– Kinder, Melvyn: Comprenda sus estados de ánimo, Barcelona, Javier Vergara, 1995.
– Roazzi, Vincent M.: La espiritualidad del éxito. Hacerse rico con integridad, Nueva York, Time Money
Network, 2004.
– Trump, Donald: El camino hacia la cima, Nueva York, Crown Business, 2007.
– Viscott, David: El lenguaje de los sentimientos, Buenos Aires, Emecé, 1982.
– www.materialbiz.com
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