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“La abundancia engendra satisfacción; la satisfacción, ánimo y buena voluntad”. Solón
Capítulo 11
mente vinculado con el aumento en
la calidad del producto que ofrezca-
mos al mercado, ya sea nuestro tra-
bajo, los servicios de nuestra peque-
ña empresa, etcétera.
Cuanto más capaces seamos de
detectar oportunidades, de tener
más y mejores conocimientos, de
percibir los cambios que se producen
a nuestro alrededor y de acomodar-
nos rápidamente a ellos, más valioso
será lo que estemos ofreciendo.
Definiendo
Si bien no existe una única definición
para el concepto de bienestar económi-
co, y según la disciplina que la plantee,
la más abarcadora proclama que: es la
medida de la cantidad de bienes y de
servicios a los que pueda acceder una
persona con el fruto de la renta que
percibe regularmente. O sea, se incre-
mentan los recursos, o se bajan los ape-
titos.
Es fundamental, entonces, ser ca-
paces de tener una mirada de medio
y largo alcance para decidir cuáles
serán las acciones que habremos de
elegir a fin de prodigarnos una ma-
yor prosperidad, sin atentar contra
las necesidades de orden emocional
que también tenemos y que serán el
soporte para desarrollar satisfactoria-
mente nuestra vida laboral.
Por ejemplo, las horas que usted
dedica a perfeccionarse, a estudiar,
a analizar o interpretar cambios que
lo rodean pueden considerarse una
pérdida de tiempo pues no incre-
mentan sus ingresos actuales, lo que
lo conducirá a acelerar los tiempos
de estudio o perfeccionamiento, y
neutralizar el objetivo realmente bus-
cado. Pero reflexionar acerca de los
posibles rumbos es siempre positivo.
Recuerde además que “ningún
camino conduce al destino cuando
no se sabe a dónde ir”. Tenga en-
tonces perfectamente claro qué per-
sigue, de qué forma y por qué.
Si surge la sensación de que en
realidad no necesita mucho más de
lo que tiene y puede adquirir para
que su familia y usted disfruten de
un aceptable bienestar económico,
no corra en la búsqueda de mayor
abundancia. En todo caso, camine
serenamente hacia ella.
Apenas una historia
Existe un viejo cuento que circula
y que tal vez usted conozca, pero
que no está de más volver a leer con
ánimo de reflexión. No sabemos a
quién pertenece en realidad, pero es
una de esas historias que perviven
porque, de alguna manera, tocan
una fibra íntima de nosotros y nos
remiten a una situación en la que
alguna vez caímos, o en la que fácil-
mente podríamos caer.
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