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“Por la calle de después se llega a la plaza de nunca”. Luis Coloma
5 Comprender para que nos
comprendan
Una conducta bastante generali-
zada en nuestra época es tratar de
que nos comprendan antes de co-
nocer las necesidades, reclamos o
propuestas del otro. Los diplomáti-
cos —volvemos al ejemplo— eligen
cada vez que pueden que el otro
exponga su postura primero: eso les
posibilita acomodar y presentar me-
jor sus propias razones. Cuando co-
menzamos por comprender al otro,
lograr que se nos comprenda lue-
go es muchísimo más sencillo, más
rápido y, por regla general, menos
conflictivo. El tiempo que nos toma-
mos para escuchar y comprender es
siempre tiempo ganado. Suele ocu-
rrir que el otro esgrima razones que
nosotros ni siquiera habíamos teni-
do en cuenta. Escucharlas nos per-
mitirá reformular las nuestras antes
de exponerlas, y no necesitaremos,
entonces, rectificarlas.
6 Utilizar la sinergia
Valerse de las magníficas posibilida-
des que suele brindarnos el trabajo
en equipo, donde la tarea y la fuerza
de cada uno potencia las de los
demás, es, aunque suene paradójico,
El tiempo es oro
MAGDALENA SZACHOWSKA
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