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Capítulo 1
El aspecto personal y el modo de conducirnos
con los demás son trascendentes tanto en el
trabajo como en la vida cotidiana. Recordemos
que, aunque deba ser sostenida, la primera
impresión es la que vale.
Las más recientes investigacio-
nes demostraron que la gran
mayoría de las personas tiende
a formarse una primera impresión,
de alguien a quien acaba de cono-
cer, en el curso de los tres primeros
minutos del encuentro.
Se podría argumentar que en
esos breves minutos nadie puede
extraer una conclusión seria respec-
to de una persona, pero lo cierto
es que al 90% de la gente con la
que tratamos le importa poco llegar
a una “conclusión seria” acerca de
nosotros. A un cliente, a un provee-
dor, a un vecino, a un jefe, al den-
tista y a todos aquellos con los que
nos vinculamos por algún interés en
particular, les basta con esa primera
impresión para llevar adelante una
relación que se sustenta únicamente
en alguna causa en común.
El problema es que no solamente
las primeras impresiones son muy di-
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