Page 74 - LUGARES FANTASTICOS
P. 74

Efectivamente, poco después el Rey pasó por el lugar y al
ver tan abundante cosecha quiso saber quién era el dueño
de esos campos.
—¡Su Majestad! —dijeron en coro los campesinos—.
¡Estos campos son del Mar… qués de Cara… bás! El Rey
ya no tuvo dudas: debía casar a su hija con este noble que,
además de guapo, era inmensamente rico.
El gato, sin perder tiempo, siguió su recorrido y visitó a un ogro,
dueño de un lujoso castillo por donde también pasaría el carruaje
del Rey, y lo retó:
70
























































































   72   73   74   75   76