Page 37 - FANTASTICOS SUENOS
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Esa misma noche Sirenita subió a cubierta, dispuesta a desaparecer
en las aguas, tal como la Hechicera lo había dispuesto. Ya nada podía
hacer; se lanzó al mar, pero una misteriosa fuerza la elevó hasta el
cielo. Cuando al amanecer las nubes se teñían de rosado con los
primeros rayos del sol, un tintinear de campanillas la sacó de su sueño.
—¡Sirenita, ven con nosotros!
—¿Quién me llama? ¿Dónde están? —preguntó, sin darse cuenta de
que había recuperado la voz.
Las Hadas del Viento se le acercaron. Su misión era ayudar a todo
aquél que hubiera demostrado amor y buena voluntad con los demás,
por eso invitaron a Sirenita a trabajar por esta buena causa y ella
aceptó. Desde el cielo, miró resignada cómo el barco del capitán se
alejaba más y más… Tranquila, contenta y satisfecha, Sirenita voló tras
las Hadas del Aire, aceptando su destino con una sonrisa.
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